Josep Borrell lleva semanas repitiendo lo mismo: lo que sucede en Gaza es una "catástrofe humanitaria" que, ahora, tras el ataque israelí sobre el paso de Rafah, "va a ir a más", asegura el Alto Representante de la UE. Así lo expresó a su llegada al Consejo de ministros de Exteriores de los 27, en una cumbre marcada por la situación en Palestina y con las novedades en Ucrania también sobre la mesa. Con todo, el jefe de la diplomacia europea lamentó que el Gobierno de Benjamin Netanyahu haya desoído "todas las advertencias internacionales" para no lanzar el ataque e insistió en que ya no hay lugares seguros en la Franja, con el foco sobre todo en los niños.
En declaraciones a los periodistas, Borrell prefirió no hablar de sanciones a Israel -la reunión estaba centrada en la cooperación, apuntó- y celebró que los Estados miembros retomasen el apoyo a UNRWA. "Tenemos que ver cómo podemos seguir ayudando", aseveró el dirigente español, que además ha entrado ya en sus últimos meses en el cargo, toda vez que quedan cuatro semanas para las elecciones europeas. Estas palabras se dan solo unas horas después de que el Ejército israelí tomase el lado palestino del paso de Rafah, en la frontera con Egipto: este, de hecho, es el punto clave para la entrada de ayuda humanitaria.
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