En España unos 25 millones de personas mayores de 15 años usan gafas o lentillas, lo que supone el 61% de la población del país, según datos de la Encuesta Europea de Salud publicada por el INE en 2020. Además, alrededor de 760.000 niños sufren "pobreza visual", lo que significa que necesitan utilizar equipamientos ópticos pero sus familias no pueden permitírselos, afectando negativamente su futuro académico y profesional.
En este contexto, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunció a principios de 2024 la intención del Gobierno de incorporar las gafas y las lentillas a la cartera común de la Seguridad Social, con el objetivo de evitar el desembolso que supone para muchas familias. De acuerdo con el Libro Blanco de la Visión 2023, el costo promedio de unas gafas completas, que incluye una montura para gafas graduadas y dos lentes oftálmicas, es de 197,35 euros. Este precio ha aumentado en 4,15 euros respecto al año anterior. En comparación, las lentes de contacto tienen un precio medio de alrededor de 120 euros, según datos de GFK incluidos en el mismo estudio.
Aunque todavía no se han concretado los detalles exactos de la medida, como la cuantía destinada o las condiciones para acogerse a ella, se sabe que no será una prestación universal, al menos inicialmente. La ayuda se dirigirá a determinadas rentas y se coordinará con las comunidades autónomas, ya que la financiación también dependerá de ellas.
¿Quién podrá beneficiarse de esta ayuda?
Según explicó la ministra García, la medida se implementará progresivamente, empezando por menores de 18 años provenientes de familias con menos recursos. "Queremos empezar por las personas más vulnerables y con menos capacidad de acceso a este derecho. Y también por las poblaciones más infantiles, que tienen de alguna manera un mayor recambio o un mayor gasto en este sentido", afirmó en rueda de prensa.
Situación en otros países europeos
Algunos países de Europa ya cuentan con iniciativas similares:
En Francia, los mayores de 16 años pueden acceder a gafas y lentillas gratis y renovar sus gafas cada dos años.
En Alemania, el sistema reembolsa el precio que las familias gastan en gafas a menores de 18 años o mayores con una discapacidad visual grave.
En Reino Unido se han introducido bonos especiales para jóvenes, estudiantes y personas de bajos ingresos, facilitando el acceso a artículos de salud visual.
Gafas versus lentillas: pros y contras
Elegir entre gafas y lentillas depende de las necesidades y preferencias de cada persona. Ambas opciones tienen ventajas y desventajas:
Las lentillas son más cómodas para hacer deporte, ofrecen mayor campo de visión y mantienen el tamaño real de la imagen. Sin embargo, pueden resecar los ojos y requieren una higiene y uso adecuados.
Las gafas son más tradicionales, fáciles de poner y quitar, no resecan los ojos y pueden servir como complemento de moda. No obstante, pueden empeñarse, rallarse y no son tan cómodas para el deporte.
Salvo casos concretos o patologías que desaconsejen las lentillas, no existe una norma para determinar qué opción es mejor. Lo importante es elegir la que mejor se adapte a las necesidades individuales y seguir las recomendaciones de los profesionales de la visión.
