El Gobierno francés ha anunciado este lunes la puesta en marcha de un proyecto piloto para que el Estado asuma el coste de pruebas que permitan detectar posibles casos de sumisión química, un tipo de abuso de especial actualidad en Francia por el juicio contra Dominique Pélicot por los abusos perpetrados durante una década sobra su mujer.
Este juicio, en el la Fiscalía ha pedido 20 años de cárcel contra Pélicot por facilitar durante una década que su mujer fuese violada por otros hombres, está llamado a marcar "un antes y un después" en la conciencia social, en palabras del primer ministro galo, Michel Barnier, que ha aprovechado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para lanzar una nueva iniciativa.
El Ejecutivo quiere "experimentar" con un programa nuevo para que las pruebas de detección de la sumisión química sean "accesibles y reembolsables". Este proyecto arrancará en varios departamentos, con vistas a "mejorar la atención a posibles víctimas", ha explicado Barnier, según recoge la cadena BFM TV.
El Colegio de Médicos de Francia ya había solicitado la generalización de estas pruebas, que pueden alcanzar los mil euros. Actualmente, la Seguridad Social solo se hace cargo de los gastos si hay una denuncia de por medio, por lo que los expertos creen el hecho de que el Estado asuma con mayor facilidad el coste puede hacer que las potenciales víctimas actúen y lo hagan antes.
La nueva medida llega cuando el juicio por las violaciones sufridas durante años por Gisele Pelicot entra ya en su recta final, después de más de dos meses de vistas. La Fiscalía ha solicitado contra su exmarido 20 años de cárcel, la máxima pena que contempla el Código Penal francés para delitos de violación, si bien junto a él también se sientan en el banquillo más de medio centenar de hombres.