Esta selección española solo conjuga el verbo ganar. Tras levantar la Liga de Naciones en 2023, la Roja se proclamó campeona de Europa este pasado verano y ahora, pese a una plaga de lesiones que ha dejado muy mermado al equipo, las victorias siguen llegando una detrás de otra.
Con esa sucesión de éxitos, es imposible no reconocer los méritos de Luis de la Fuente. El técnico de Haro llegó casi de tapadillo, con todos los focos apuntando a la salida de Luis Enrique tras la decepción del Mundial de Qatar. Era un hombre de la casa, y tras una derrota ante Escocia en marzo de 2023 no parecía que fuera a durar demasiado en un banquillo tan dado a las críticas como el de la selección.
Pero las victorias fueron llegando una detrás de otra y después los títulos. En estos 22 meses largos, el perfil de Luis de la Fuente ha cambiado, quizás a base de golpes. De aquellas ruedas de prensa de perfil bajo y aspecto de inseguridad en el seleccionador –su apoyo a Luis Rubiales en la famosa Asamblea del 'no voy a dimitir' le pasó factura– a sentir cada vez más confianza según han ido llegando los éxitos bajo su mando.
Hace una semana, una entrevista de Luis de la Fuente en El Larguero de la Cadena Ser sorprendió por su tono reivindicativo. Reclamaba que merecía un contrato mejor, pues todavía tenía el de la sub-21. Desde la Federación Española, sin embargo, se recordaba que no se pueden firmar nuevos contratos, salvo casos de fuerza mayor.
La exhibición ante Serbia, con una goleada pese a la plaga de lesiones de jugadores de gran importancia en la selección, hizo que el seleccionador llegara muy orgulloso a la rueda de prensa. Se le notaba. Y la pregunta sobre si estaba crecido, agrandado, encontró una respuesta bastante contundente del entrenador riojano: "El que dice eso queda retratado".
Posteriormente, Luis de la Fuente quiso recordarlo para demandar su derecho a estarlo. "El mérito es de todos, es un trabajo en equipo. No se trata de estar agrandado, son cosas ciertas. La tierra es redonda, aunque algunos piensan que es plana. No se puede ir contra las cosas ciertas. Estoy muy tranquilo, no estoy agrandado, pero si lo estuviera me lo habría ganado porque otro tiraría de carisma. Yo soy humilde y no voy a cambiar", incidió el técnico.
De la Fuente ha cambiado. Se siente fuerte gracias a sus grandes resultados y se ha vuelto reivindicativo. Desea que se le reconozca lo que está haciendo –quizás no lo percibe– y también quiere su nuevo contrato, aunque para eso tendrá que esperar a que haya un nuevo presidente. Eso sí, para esto último puede que haya solución: la Real Federación Española de Fútbol planea convocar las elecciones este viernes, según ha adelantado Onda Cero, y el nuevo presidente debería estar listo para antes de que acabe este 2024, tal y como exigió la FIFA el mes pasado.
