Así es la Torre del Diablo, el último punto fatídico del alpinismo, y su leyenda nativo americana

El pasado 22 de septiembre, un joven escalador estadounidense sufrió una caída fatal en la Torre del Diablo, una formación rocosa en los Estados Unidos. Stewart Phillip Porter, de 21 años, rapelaba por el segundo largo de la exigente ruta llamada 'El Cracko Diablo', pero se precipitó al vacío por causas todavía desconocidas.

Los paramédicos que se desplazaron al lugar sobre las 20:40 horas del pasado domingo no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven escalador, quien murió debido a la gravedad de las lesiones que sufrió por la caída.

El compañero de cordada de Porter quedó varado en la ruta y tuvo que ser rescatado por las autoridades. Aunque las causas del accidente de momento son desconocidas, las investigaciones pertinentes ya han comenzado. Las autoridades locales han aseverado que la mayoría de los accidentes de escalada ocurren durante el descenso, tal como le pasó al propio Porter mientras trataba de rapelar hacia abajo en la impresionante Torre del Diablo, cuya pared está formada por columnas fonolitas.

Cada año, entre 5.000 y 6.000 escaladores acuden a la Torre del Diablo, que desde hace cien años es un objetivo prioritario para los deportistas trepadores de rocas. Porter es el séptimo escalador fallecido en esta intrusión ígnea monolítica.

El Monumento Nacional de la Torre del Diablo se encuentra en la región noreste de Wyoming, en Estados Unidos, y su cumbre se encuentra a 1.558 metros sobre el nivel del mar. Su prominencia respecto al terreno que la rodea es de 386 metros.

Según las leyendas de varios grupos nativo americanos, en concreto las tribus kiowa y sioux lakota, un grupo de niñas jugaba cerca de la Torre del Diablo cuando un grupo de osos gigantes intentaron atraparlas. Las chicas, asustadas, ascendieron a la cima de una gran roca, tan alta como el cielo, para que los osos no pudieran alcanzarlas.

Los animales comenzaron a escalar esa enorme torre, dejando profundas marcas con sus garras en la pared. Como la estructura era demasiado empinada, los osos no pudieron subir muy alto. La leyenda narra cómo las niñas ascendieron al cielo y se convirtieron en las Pléyades, un grupo de estrellas dentro de la constelación de Tauro. En el idioma lakota, el nombre de la formación rocosa es Mato Tipila, que significa "aposento del oso".

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