El base español Ricky Rubio no ha tenido una vida personal fácil, a pesar de los éxitos que ha cosechado en el mundo del baloncesto. El jugador de 34 años tuvo que despedirse en 2016 de su madre, que falleció por un cáncer de pulmón.
Aunque en otras ocasiones ya ha hablado de ello públicamente, el catalán reflexionó sobre el cáncer y su prevención en una charla con Juan Ramón Lucas en el podcast Sr. Wolf Podcast.
"Siempre piensas que no te va a tocar y me tocó muy de cerca... a la persona más importante de mi vida, a un referente. Nos puede pasar a cualquier y los hábitos son claves en la prevención. Tenemos más influencia de la que pensamos. No es un moneda al aire de que te toca o no te toca. Podemos ayudar a nuestro cuerpo a que eso no suceda", dijo.
Para Ricky es importante compartir los sentimientos en una etapa vital así, aunque reconoce que él no lo hizo: "Soy muy introvertido y me gusta quedarme las cosas, pero después he visto que compartiendo esta experiencia puede llegar a ayudar a gente que lo está pasando y sentirse un poco más acompañado. El apoyo emocional ayuda a curarlo y, sobre todo, a no pasarlo tan mal".
La enfermedad de su madre también le afectó a él en el plano deportivo. "Ves que lo tienes todo pero no sientes nada. Estaba jugando en la NBA, tenía todo lo que tenía que tener, estaba triunfando... Pero hay algo que fallaba", explicó.
Cuestionado por si se rompió completamente, Rubio reflexionó: "No, porque estoy hoy aquí, pero sí que me rompí. Al final la vida se trata de eso. De ir viviendo las experiencias que te van rompiendo y luego te van reconstruyendo para ser más fuerte".
"Al final no todo es tan bonito como nos lo pintan como cuando somos pequeños y todos los cuentos acaban bien. La realidad es que hay momentos buenos y hay momentos duros", añadió.
"No se tiene que querer siempre vivir los momentos bonitos, se tiene que saber aprender y vivir los momentos duros... La luz existe porque le oscuridad existe", sentenció.