Real Madrid y Bayern de Múnich se juegan el segundo billete para la final de la Champions League en un duelo entre dos gigantes del fútbol continental. Tras el partido de ida, todo abierto, pues pese a que los alemanes fueron mejores, los blancos resistieron para sacar un valioso empate (2-2) que hace que sea el Santiago Bernabéu y su magia europea donde se decida todo.
Es el conjunto blanco el gran dominador en la Copa de Europa no solo históricamente, sino también en los últimos años, con cinco títulos en once años (2014, 2016, 2017, 2018 y 2022). En varias de esas ocasiones –concretamente en tres–, dejando por el camino al conjunto muniqués.
Fue en el Allianz Arena superior en muchos tramos del encuentro el conjunto bávaro, pero la resiliencia de este Real Madrid es notable. No sufrió tanto como el Etihad ante el Manchester City, pero igualmente sacó un valioso empate a dos que hace que todo se decida en el Bernabéu, que buscará vivir una de sus noches mágicas europeas.
Con la única duda de si jugará Nacho o Camavinga –en ese caso, Tchoauméni pasará a jugar de central–, el equipo de Carlo Ancelotti tiene un estilo reconocible, con mucha intensidad y eligiendo en cada momento qué estilo adoptar. De inicio, se espera que vaya al ataque ante el Bayern.
La figura de Vinícius destaca sobre todas las demás en las últimas semanas. Sus goles y su desequilibrio serán una de las claves, aunque también marcará el partido el ritmo que sea capaz de marcar Kroos, la gasolina de Fede Valverde y qué versión se vea de un Bellingham demasiado intermitente desde hace semanas.
"No somos optimistas, pero tenemos una gran ilusión porque puede ser otra noche mágica para nosotros y nuestra afición. Pero optimismo no hay. Hay conciencia de las dificultades que podemos encontrar en el partido", resaltó Ancelotti, que quiere que el equipo huya del ambiente de euforia que se vive.
Es por ello que el título de Liga no se celebró el domingo, con el italiano obsesionado con mentalizar a sus jugadores de que el partido es tan difícil como el del Manchester City, que eliminar a los ingleses –y vigentes campeones– no convierte al Real Madrid ya en campeón.
El Bayern ya mostró sus armas en el Allianz, un equipo que pese a su mala temporada en la Bundesliga –no levantará el título por primera vez en doce años– tiene mucha calidad en sus jugadores (Leroy Sané, Musiala, Harry Kane, Gnabry...) y futbolistas muy experimentados a los que no asustará el escenario (Neuer, Müller, Kimmich...).
La manera en la que los bávaros 'aplastaron' en su área al Real Madrid en muchos tramos del partido de ida es un aviso de la cara que también tratará de mostrar un equipo valiente y que tiene en el banquillo a Thomas Tuchel, que ya sabe lo que es ganar y asustar al Santiago Bernabéu.
