Cuando pensamos en la figura del ‘primer rey de España’, es fácil caer en la tentación de buscar un nombre único que represente el nacimiento de la monarquía española, pero la realidad es mucho más compleja. La idea de una España unificada es relativamente moderna, y antes de su consolidación, la península ibérica era una amalgama de reinos, culturas y territorios en constante evolución.
El uso del término 'reyes de España' surge de manera informal con los Reyes Católicos y se populariza entre los monarcas de la casa de Austria. Sin embargo, este término no tenía un valor político ni jurídico, ya que se refería únicamente a la noción geográfica heredada de la Hispania romana.
Los reyes visigodos
Uno de los monarcas más destacados de la península ibérica fue Suintila, que gobernó entre el 621 y el 631 después de nuestra era. Suintila logró expulsar a los bizantinos del sur de la península, consolidando el dominio visigodo sobre Hispania. A pesar de este logro, el reino visigodo no sobrevivió mucho tiempo, ya que fue derrotado por los musulmanes en el 711 durante la invasión de Al-Ándalus.
Pelayo y la resistencia cristiana
Después de la invasión musulmana, la península ibérica quedó dividida entre los territorios controlados por los musulmanes y los pequeños reinos cristianos que resistían en el norte. En este contexto geopolítico surge la figura de Pelayo, un noble que se convirtió en el primer monarca del reino de Asturias en el siglo VIII y cuya leyenda le considera el fundador de la Reconquista que marcó el inicio de la lenta pero constante recuperación de territorio cristiano en la península.
Los Reyes Católicos y la unificación
Sin embargo, la verdadera unificación de los territorios de la península bajo una única monarquía no ocurrió hasta la unión matrimonial de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469. Aunque Isabel y Fernando mantuvieron los sistemas legales y políticos de sus respectivos reinos, su alianza sentó las bases para una España unificada. Bajo su mandato, se completó la Reconquista con la conquista de Granada en 1492, el último bastión musulmán en la península.
Los Reyes Católicos son a menudo considerados los primeros monarcas de España, ya que su reinado marcó el inicio de una identidad política común. Sin embargo, la integración total de los reinos de Castilla y Aragón no se alcanzó hasta mucho más tarde, tras la guerra de sucesión, con la llegada de la dinastía de los Borbones en el siglo XVIII. Fue entonces cuando se fundó el Reino de España, un orden político y jurídico que implicó la eliminación de las instituciones catalano-aragonesas, la imposición del castellano en todos los ámbitos relevantes y la centralización del poder en Madrid.
Para más información, se puede consultar la obra ‘La monarquía de España. Los orígenes’, de Luis Agustín García Moreno, premiada en los XXVI Premios Nacionales de Edición Universitaria, y que se encuentra accesible íntegramente desde la Biblioteca Jurídica Digital, la editorial del BOE, haciendo clic aquí.
