Con la dimisión del primer ministro Gordon Brown en el año 2010 acabaron 13 años de gobierno del Partido Laborista en el Reino Unido, dando paso a un nuevo ejecutivo conservador presidido por David Cameron.
Este 4 de julio, más de 14 años después, los laboristas están en disposición de volver a ocupar el número 10 de Downing Street: la mayoría de las encuestas pronostican una victoria laborista por aplastante mayoría, y a Keir Starmer como el próximo 'Premier' del Reino Unido en las elecciones generales del Reino Unido.
Desde aquel último gobierno laborista, el Reino Unido ha cambiado mucho: desde el 'Brexit' hasta el polémico 'plan Ruanda', pasando por la situación de la economía y la sanidad. Ahora, a las puertas de volver a gobernar, los progresistas proponen un giro de timón en las políticas del Ejecutivo de Rishi Sunak. Los laboristas llegan con el objetivo de suponer un cambio total y aportar estabilidad tras los constantes cambios en el liderazgo conservador, si bien sus aspiraciones coinciden con la delicada realidad económica que atraviesa el Reino Unido.
La inmigración, en el centro del debate
Las llegadas masivas de inmigrantes a Reino Unido han sido uno de los principales debates de los últimos años en el país británico: los gobiernos conservadores han aprobado reformas legales para frenar estas llegadas, algunas de ellas muy controvertidas como el llamado 'plan Ruanda', por el que los inmigrantes llegados de forma ilegal serían inmediatamente deportados al país africano. Otra decisión polémica, la de mantener el Bibby Stockholm, un centro flotante de internamiento de inmigrantes.
Esa política migratoria podría cambiar drásticamente con la llegada de los laboristas a Downing Street: han prometido desmantelar el 'plan Ruanda' y de alcanzar acuerdos con la Unión Europea en materia de inmigración, además de crear un Departamento específico para abordar la situación migratoria, restringiendo parcialmente la concesión de visados.
Los laboristas, además, prometen restaurar los derechos de los ciudadanos de la Unión Europea residentes en el Reino Unido y dar un trato "justo e igualitario" a los inmigrantes que lleguen al país.
Here's our immigration policy: a policy based on Labour values and the needs of society – not on demonising migrants.
Pass it on --#Lab18 pic.twitter.com/EobFqDcTgY— The Labour Party (@UKLabour) September 25, 2018
El estado de la sanidad pública, uno de los primeros desafíos
La crisis del sistema de salud pública británica (NHS) ha sido uno de los principales problemas de los últimos años en el Reino Unido y un eje central del debate público, por lo que el próximo gobierno deberá prestar especial atención a la situación del NHS.
La precariedad de los sanitarios y las enormes listas de espera, acrecentadas tras la pandemia, son uno de los grandes puntos del programa laborista, que promete impulsar económicamente el sistema para mejorar las condiciones del personal, reducir las listas de espera y aumentar la actividad sanitaria, algo que los expertos prevén difícil por la falta de presupuesto en las arcas británicas, según informa France 24.
La difícil situación económica, el déficit y los impuestos
Los laboristas proponen estimular la creación de empleo y de empresas en el Reino Unido como motor para impulsar el crecimiento económico en un país que no atraviesa su mejor momento. El programa contempla medidas económicas como rebajar la presión sobre las familias a través de la factura energética: los laboristas proponen crear una empresa pública de energía limpia para lograr, además, avanzar en la independencia energética.
Los laboristas, sin embargo, no descartan subidas de impuestos: es un tema que Starmer ha evitado en campaña y que podría producirse, aunque el candidato ha explicado que no será sobre los trabajadores ni aumentará impuestos como la Renta, la Seguridad Social o el IVA.
Las relaciones Reino Unido - UE 'postBrexit' podrían cambiar
Los laboristas no darán marcha atrás en la salida del Reino Unido de la Unión Europea, si bien no esconden que, de llegar al poder, habrá un acercamiento a la Unión para tratar temas comerciales, de inmigración y Defensa.
Tras el 'divorcio duro' bajo los gobiernos conservadores, se espera que los laboristas deben atrás esa etapa para pasar a forjar nuevos vínculos y grandes acuerdos con la Unión que permitan a ambas partes mejorar el pacto del 'Brexit'
