Pasos a nivel, un anacronismo cuyo riesgo se obvia por hartazgo: "Si vas al médico tienes que esperar 20 minutos a que pase el tren"

Ocurría el pasado 9 de septiembre, en Montcada i Reixac (Barcelona). Dos hermanas se encuentran en el paso a nivel de la localidad, cuyas barreras permanecen bajadas, esperando a que circulase un tren y pudiesen cruzar. El Rodalies pasa y, sin que cambiasen las indicaciones del paso a nivel, las dos menores reanudan la marcha. Ignoran que en el sentido contrario circula otro ferrocarril. Una de ellas consigue reaccionar a tiempo, pero la otra es arrollada y muere.

Aunque la investigación del suceso continúa abierta, son las primeras conclusiones que se han extraído del accidente registrado en la localidad barcelonesa. Una tragedia que se repite regularmente en Montcada: en cuatro décadas han muerto en este punto 182 personas, entre arrollamientos involuntarios y suicidios.

El debate nunca se ha cerrado: ¿Son necesarios los pasos a nivel en pleno 2024?, ¿No existen alternativas más seguras tanto para los viandantes y conductores de vehículos como para la circulación ferroviaria? Sí, los pasos a nivel son un elemento anacrónico, producto de una pasada y ya superada falta de infraestructuras a la hora de plantear cómo se podía evitar que un tren diese grandes rodeos en su paso por los núcleos urbanos.

Hoy, la construcción de pasos inferiores o superiores tanto para peatones y vehículos son las opciones más asequibles, económicas y rápidas. El soterramiento, la alternativa más costosa y ardua, pero la preferida por las poblaciones afectadas. De hecho, en Montcada se iniciaron en enero las obras para soterrar las vías.

Según Adif, en 2023 quedaban 2.917 pasos a nivel en España. Es previsible que, a día de hoy, resten menos, ya que continúa en vigor el Plan de Supresión de Pasos a Nivel 2017-2024 que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó en 2016.

No obstante, las cifras revelan una situación delicada: más del 63% de los pasos (1.852) son pasivos, es decir, "no tienen ningún sistema de aviso luminoso o acústico ni de protección (barreras), sino únicamente una señalización horizontal y vertical que avisa de su proximidad", explica a 20minutos Marc Tubert, portavoz de la Asociación Sindical Independiente de Personal Ferroviario (Asimafe). Esto conlleva que quien cruce las vías debe extremar más aún la precaución.

¿Escasa concienciación?

En cualquier caso, aunque la eliminación de los pasos a nivel se antoja importante, no es menos cierto que los accidentes que se producen en ellos tienen un denominador común: la imprudencia y el despiste de viandantes y conductores de vehículos. "No se les tiene el respeto suficiente. Piensan que, en el caso de que pase el tren, a este le da tiempo a parar. Y no es así", afirma Tubert.

La teoría debería disuadir de la peligrosidad a la hora de cruzar los pasos a nivel: un tren pesa unas 320 toneladas (como 300 automóviles), circula a una media de 150 km/h por esos puntos (una velocidad que, denuncian diversas plataformas, en cualquier caso es excesiva) y necesita 1.000 metros para frenar. Por muy rápido que pueda reaccionar el maquinista, la probabilidades de que se produzca un arrollamiento son muy altas.

Tubert recuerda un episodio que se vivió el año pasado en Alfafar (Valencia): después de la muerte de dos personas por arrollamiento, la Guardia Civil instaló un dispositivo de varios agentes en el paso a nivel de la localidad a modo de disuasión.

"En menos de media hora tuvieron que advertir a decenas de peatones porque pasaban cuando las barreras estaban bajadas", explica el portavoz de Asimafe.

Alfafar o cómo los trenes "paralizan la vida"

"Vale, ahora imagina que tienes una cita con el médico y tienes que estar hasta 20 minutos esperando a que pasen los trenes. Todos los días. La gente tiene que ir a trabajar, al colegio. Pues sí, lamentablemente cruzamos. Somos conscientes del peligro, pero nos paraliza la vida", cuenta a este periódico Encarna Alcaide, vicepresidenta de la Plataforma por el soterramiento de Alfafar, Benetússer y Sedaví, quien lleva desde 1986 luchando por que se soterren las vías ferroviarias en la zona.

Precisamente, el de Alfafar es uno de los pasos a nivel más mortíferos del país. Las cifras están lejos de las de Montcada, pero no son menos preocupantes: en 40 años han muerto 78 personas arrolladas por trenes. "Esta es la parte más trágica, pero no podemos obviar la contaminación acústica. Las casas están a 10 metros de las vías. Presentamos al Ayuntamiento 220 denuncias con partes médicos de personas que no pueden dormir. Para hacerlo, la mayoría necesita ansiolíticos. Sufrimos un estrés crónico", lamenta Alcaide.

La situación de este paso a nivel ha llegado este año a la Cámara Alta. La senadora del PP por Valencia, Estela Darocas, instó al ministro de Transportes, Óscar Puente, a buscar una alternativa de circulación inmediata, atendiendo así a la reivindicación de la Plataforma por el soterramiento de Alfafar-Sedavi-Benetúser. Puente descartó el soterramiento, porque podría tardar "15 años" en efectuarse, pero prometió la construcción de un paso inferior que para Alcaide no es la solución.

"En Montcada i Rexac ya están soterrando... por las circunstancias. No vamos a entrar en eso", asevera la vicepresidenta de la plataforma, quien denuncia que el ministro lleva "seis meses" con una carta del defensor del pueblo "encima de la mesa que aún no ha debido leer".

135 muertos en 16 años

Según los datos del Observatorio del Transporte y la Logística, consultados por 20minutos, entre 2006 y 2022 han muerto en accidentes en pasos a nivel 135 personas en España.

El número de víctimas ha ido, por lo general, en progresivo descenso, a pesar de que, por ejemplo, en 2021 solo murió un viandante y en 2022, ocho. En cualquier caso, estas cifras están lejos del peor dato recogido en el informe: 16 fallecimientos en 2007.

Esta reducción de cifras va de la mano de las numerosas campañas de concienciación impulsadas por los sucesivos gobiernos y la supresión gradual de los pasos. Cierto es que aún quedan casi 3.000 en todo el país, pero en 1975 superaban los 10.000.

El debate sobre la supresión de los pasos a nivel no es nuevo. Ya en 1934, en plena Segunda República, se aprobó un decreto a través del cual se prohibía la construcción de este tipo de infraestructuras por el elevado número de accidentes que se producían en ellas.

Con mayores o menores matices, la prohibición se ha ido manteniendo a lo largo de los años. El Real Decreto 780/2001 estableció que "el nuevo establecimiento o la modificación" de estos pasos "deberán realizarse a distinto nivel". "Únicamente con carácter excepcional y por causas absolutamente justificadas podrá autorizarse el establecimiento provisional, por el tiempo estrictamente preciso, de nuevos pasos a nivel, que deberán estar protegidos", continuaba.

Hoy, España es el segundo país de la Unión Europea, detrás de Bulgaria, con menor densidad de pasos a nivel: menos de 25 por cada 100 kilómetros, según datos de Adif.

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