Orbán ignora los reproches de la UE y fija una reunión con Trump tras sus encuentros con Putin y Xi Jinping

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se reunirá este jueves con el expresidente de EEUU Donald Trump en su club privado de Mar-a-Lago, en Florida, informan medios estadounidenses. La cita tiene lugar tras la cumbre de la OTAN en Washington y apenas una semana después de encontrarse con el presidente de China, Xi Jinping, y el de Rusia, Vladimir Putin, que tomó a muchos por sorpresa a pesar de ser el miembro de la Unión Europea (UE) más cercano al Kremlin.

La reunión, la tercera que sostendrán, no ha sido confirmada de forma oficial, pero medios especializados como Politico citan a fuentes que confirman el eventual encuentro entre ambos líderes. Trump ha sido un firme partidario de Orbán y la visita del líder húngaro se produce después de otras que ha realizado este mes. Pocos días después de asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la UE el 1 de julio, Orbán ha visitado a los líderes de Kiev, Moscú, Pekín y Washington en lo que ha descrito como una "misión de paz" para la guerra en Ucrania.

Al respecto, diferentes países de la OTAN han expresado este jueves su malestar por sus recientes viajes. Varios dirigentes consideran que Orbán debe hacer estas reuniones "por su cuenta" como primer ministro húngaro y no como representante del Consejo de la UE, asegurando que "no representa a la UE a nivel exterior". Durante la cumbre aliada que concluye en Washington se ha visto a Orbán en diferentes ocasiones aislado de las conversaciones informales entre los líderes, o también durante su participación en la cena de gala que ofreció Joe Biden en la Casa Blanca.

En el encuentro en marzo pasado en Mar-a-Lago, Trump y Orbán analizaron los mecanismos para restablecer la paz en Europa y poner fin a la guerra en Ucrania. Un conflicto bélico que, según dijo el primer ministro húngaro en el pasado, no habría estallado de haber seguido el republicano en la Casa Blanca. Ambos mantienen una buena relación desde hace años y la primera vez que se encontraron fue en agosto de 2022, en un club de golf del expresidente en el estado de Nueva Jersey.

Además, Orbán fue el único jefe de Gobierno de la UE que apoyó a Trump en las elecciones de 2016 y de 2020, así como durante los juicios iniciados contra el ahora candidato presidencial republicano el año pasado. El precandidato republicano a las elecciones presidenciales es un admirador del primer ministro húngaro, al que califica como "el político más duro de Europa". A su vez, Orbán critica que los juicios contra Trump aplican un "método comunista" y lo considera como la única persona que puede salvar a Occidente y a la humanidad en general.

El pasado 1 de marzo, Orbán dijo en un foro en Turquía que la eventual vuelta de Trump al poder, tras las elecciones presidenciales de noviembre próximo, es una condición necesaria para terminar la guerra en Ucrania. Y señaló que el expresidente Trump también habría podido evitar una escalada en la guerra de Gaza, porque "sin Estados Unidos es imposible hacer la paz en Oriente Próximo".

La UE avisa a Orbán de la pérdida de confianza

Los gobiernos de la UE reprendieron este miércoles al Gobierno de Orbán por dañar la unidad de los Veintisiete e ir en contra de los Tratados por viajar por sorpresa a Moscú para reunirse con el presidente de Rusia sin coordinación con el resto de líderes europeos. El asunto fue tratado por primera vez en una dura reunión de más de dos horas en Bruselas, en donde los embajadores de los Estados miembro dejaron claro al representante húngaro que no dan credibilidad a las explicaciones de Budapest y que ven en su actuación una "ruptura" de las reglas.

Solo una delegación, la de Eslovaquia, evitó tomar la palabra, mientras que el resto de embajadores intervinieron para señalar su enfado por la serie de viajes desde que arrancó la presidencia de turno húngara. La reunión no concluyó con medida ni represalias concretas, aunque varios países están estudiando de manera individual boicotear las reuniones informales a nivel de ministros que Hungría ha programado en su territorio durante el semestre.

En Bruselas, el Gobierno húngaro ha afirmado que Orbán dejó muy claro en su gira que viajaba únicamente como primer ministro de Hungría y no en nombre de la Unión Europea, de quién no tenía mandato alguno; y que lo hizo con el interés de evaluar las posibilidades de un posible alto el fuego. Así lo ha adelantado su ministro para Asuntos Europeos, János Bóka, en una rueda de prensa en la capital europea y así lo ha defendido después su embajador en la reunión de los Veintisiete.

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