Qué es una opa hostil, la operación por la que el BBVA pretende quedarse con Sabadell: ¿cómo afectará a los clientes?

El consejo de administración de BBVA ha formulado una oferta pública de adquisición (OPA) hostil sobre el 100% de las acciones de Banco Sabadell tras el rechazo de esta entidad a una propuesta de carácter amistoso, en la que ofrecía una contraprestación de una acción nueva por cada 4,83 del Sabadell, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Pero, ¿qué es exactamente una OPA?

Esta operación por parte del BBVA para controlar la entidad catalana está sujeta al deber de notificación previa al Banco de España y a la obtención de la no oposición por parte del Banco Central Europeo. Además, serán los accionistas de Banco Sabadell -muchos de ellos también presentes en el BBVA, como los grandes fondos de inversión BlackRock o Vanguard- serán quienes deberán decidir si dan por buena la oferta.

¿Qué es una OPA y cuando se produce?

La oferta pública de adquisición, OPA, es una operación en la que personas físicas o sociedades ofrecen a los accionistas de una empresa que cotiza en Bolsa la compra de sus acciones. La cantidad que se paga suele ser en efectivo, aunque también es posible ejecutar la operación mediante acciones o con una fórmula mixta, incluyendo dinero y acciones.

La OPA puede incidir de forma drástica sobre el valor de la empresa adquirida y existen varios tipos de OPA: la amistosa y la hostil, aunque puede tener más clasificaciones (voluntaria, obligatoria, condicionada, de exclusión…). De este modo:

  • La OPA amistosa consiste en una negociación, como su propio nombre indica, de las dos partes, que de forma amistosa llegan a un acuerdo.
  • La OPA hostil se trata de una operación que no es pactada y la empresa que va a ser adquirida por otra se opone a dicha operación. Esta se produce cuando una empresa comienza a cotizar por debajo de su valor o cuando, en compañías del mismo sector, una pretende adquirir a la otra para reducir la competencia.

Esta última suele conllevar, además, enfrentamientos legales y medidas defensivas por parte de la empresa objetivo para protegerse contra la OPA hostil.

¿Cómo es el proceso de la OPA hostil?

El lanzamiento de la opa por parte de BBVA no puede retirarse, según la ley. Comenzará así un largo proceso hasta su resolución, que puede superar los seis meses.

De este modo, el BBVA debe remitir ahora a la CNMV en el plazo de un mes toda la documentación de la oferta y este organismo supervisor cinco días para admitirla a trámite. Después, la CNMV tiene un plazo de 20 días para analizar la oferta, que puede prorrogar a placer y habitualmente se demora más de seis meses.

Cumplido este paso, que llegará cuando estén listas el resto de autorizaciones, se abrirá un plazo de aceptación de la oferta, de entre 15 y 70 días

Cómo afectará a los clientes

En España, la entidad que preside Carlos Torres Vila cuenta con más de 12 millones de clientes, mientras que la de Josep Oliu suma más de 5,5 millones. Entonces, ¿cómo afectaría la fusión de ambos bancos a los clientes?

Por un lado, las cuentas y tarjetas de BBVA y Sabadell seguirían activas hasta su fecha de caducidad, aunque sí podrían sufrir variaciones, sobre todo en lo que respecta a las comisiones, como sucedió en la fusión entre Caixabank y Bankia. Esta circunstancia puede afectar especialmente a las tarjetas de débito, que podrían pasar de ser gratuitas a tener un coste anual. En el caso de las cuentas también podrían incluir comisiones, aunque se suelen sortear con la domiciliación de ingresos o recibos.

Por otra parte, al tratarse de una nueva entidad, el IBAN -código bancario que sirve para identificar cada cuenta corriente- sería uno nuevo. No obstante, el banco tiene la obligación de avisar previamente al cliente para comunicarle el cambio.

En cuanto a las operaciones realizadas por la app de la Banca Sabadell, lo más lógico es que esta desaparezca y los clientes deban operar con la app del BBVA. Ocurriría lo mismo con la página web del Sabadell, aunque los clientes podrían acceder con las mismas credenciales.

No debería de ser un problema, en principio, el tema de los recibos, ya que sería la entidad bancaria quien se encargue de las gestiones de domiciliación pertinentes. En cuanto a la nómina, en ese caso sí será el cliente el responsable de comunicarle a la empresa su nuevo número de cuenta. Tampoco influiría esta fusión en las condiciones firmadas de hipotecas, ya que estas se respetarían.

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