La OPA hostil de BBVA a Sabadell genera dudas en casi todo el arco político y une en su contra a las fuerzas catalanas a 2 días del 12M

La OPA hostil de BBVA para absorber el Banco Sabadell ha sido recibida entre suspicacias por casi todas las fuerzas políticas del país. Los efectos que podría tener la operación en la competencia bancaria, el empleo o la economía generan dudas entre los principales partidos de ámbito nacional. Especialmente entre las fuerzas políticas catalanas, donde el rechazo es casi unánime con las elecciones autonómicas a dos días vista en una comunidad donde Sabadell tiene una fuerte implantación (su sede corporativa se encuentra en Sant Cugat del Vallés).

Esas dudas se han trasladado también a los mercados, que han castigado a BBVA ante la incertidumbre que rodea a la que sería la primera tentativa de OPA hostil en el ámbito bancario en más de 40 años. El banco con sede en Bilbao dejaba el jueves un 6,7% de su valor bursátil en una sola sesión, en la que Sabadell cerró con un repunte del 3,2%.

La decisión adoptada por BBVA de saltarse al consejo de administración de Sabadell y negociar directamente con los accionistas del banco catalán no ha gustado nada al Gobierno central. El Ejecutivo ha elevado el tono tras conocerse que los cauces seguirán por la vía no amistosa. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, recordó el jueves que la última palabra para autorizar la fusión bancaria la tiene su departamento. Después, María Jesús Montero, vicepresidenta primera, fue más allá y afirmó que el Gobierno "no va a autorizar la operación".

Por su parte, el socio menor de la coalición aseguró que el Gobierno intervendrá para parar un movimiento que supone "un elevadísimo riesgo de concentración bancaria". "Hay que parar esta opa y defender un modelo de banca que no tiene nada que ver con lo que hoy estamos viendo", defendió la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, el jueves.

En el principal partido de la oposición, la OPA hostil también despierta dudas, aunque el tono es moderado. El PP muestra su respeto a los acuerdos a los que puedan llegar empresas privadas y prefiere esperar a que se pronuncien los reguladores, según trasladan fuentes populares.

No obstante, la formación azul cree que lo importante es asegurar que la operación "no perjudica los intereses generales de los puestos de trabajo, los derechos de los clientes y usuarios de las entidades". "Entendemos la preocupación que puede suscitar cualquier operación que no se ajuste a esta forma de proceder entre administraciones, instituciones, pymes y ahorradores", agregan las citadas fuentes.

En lo que respecta a Vox, Santiago Abascal ha descartado posicionarse ante la "poca información" que, según su opinión, existe todavía sobre la operación. No obstante, Abascal ha señalado que la concentración de poder, ya sea político o bancario, "normalmente va en contra de los derechos de los ciudadanos".

Unión en Cataluña a dos días de las elecciones

La tentativa de fusión hostil liderada por BBVA ha conseguido unir a casi todas las fuerzas catalanas apenas a dos días de las elecciones autonómicas. El actual president de la Generalitat, Pere Aragonés, se muestra preocupado por el riesgo de que Cataluña pierda un centro decisorio. También advierte del impacto en el acceso al crédito que podría tener para las empresas catalanas y la pérdida de puestos de trabajo que podría provocar.

La Generalitat catalana ha empezado a movilizarse ya para frenar la operación. La consellera de Economía, Natàlia Mas, escribió el jueves sendas cartas a la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, y a la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager para bloquear el movimiento.

En el resto del espectro político catalán el rechazo ha sido intenso. El candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa, señaló que el hecho de que sea una OPA "hostil" "ya indica que no vamos por buen camino". "No lo veo. Primero, por una cuestión de competencia, es una excesiva concentración en el sector financiero", agregó

El candidato del PP a presidir la Generalitat, Alejandro Fernández, elevó el tono en comparación con la dirección nacional y afirmó abiertamente que la operación no le gusta. "Me preocupa enormemente que la OPA hostil al Sabadell afecte negativamente a las pymes catalanas y a la libre competencia", expresó.

Por su parte, el líder y candidato por Junts, Carles Puigdemont, pidió "contestar con toda la fuerza" la OPA de BBVA y denunció la existencia de "una estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana". La aspirante de Comuns Sumar, Jéssica Albiach, advierte de que, si la fusión prospera, los bancos "podrán poner los intereses que quieran sin ningún tipo de competencia".

La operación no gusta tampoco en la Generalitat Valenciana. Sabadell tiene también una gran implantación en la comunidad, donde tiene fijada su sede social en la provincia de Alicante. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se mostró el jueves "absolutamente en contra" de una fusión que, ha dicho, "destruye valor, trabajo y territorio" y que "va en contra de la Comunitat Valenciana".

BBVA se defiende

Ante la oleada de críticas que recibió BBVA por los términos en los que plantea comprar Sabadell, su presidente, Carlos Torres, salió en defensa de la operación. "Confiamos plenamente en que el Gobierno y el resto de autoridades acabarán apreciando la operación por el valor que tiene", expresó Torres en una rueda de prensa posterior al anuncio de la OPA hostil.

La fusión de ambas entidades, prosiguió el presidente de BBVA, "crea una entidad que va a apoyar mucho más a la economía española, con mayor capacidad de generar crédito y remunerar a los accionistas" entre quienes hay muchas familias y ahorradores, agrego.

En concreto, BBVA defiende que gracias a la absorción de Sabadell, tendrá una capacidad adicional para conceder crédito a familias y empresas en España de 5.000 millones de euros. "Confío en que el Gobierno apreciará el valor que tiene cuando tengamos la ocasión de explicarla", zanjó Torres.

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