Al menos 53 personas han muerto en las últimas semanas en dos brotes de una enfermedad desconocida en el noroeste de la República Democrática del Congo (RDC), confirmó este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las primeras víctimas en una de las aldeas afectadas fueron niños que comieron un murciélago y murieron en un plazo de 48 horas, informó la agencia Associated Press.
"Hasta el 15 de febrero de 2025, se han notificado un total de 431 casos con 53 muertes" en dos zonas sanitarias de la provincia de Ecuador—Bolomba y Besankuku— precisó la oficina de la OMS para África, con sede en Brazzaville, capital de la vecina República del Congo, en un boletín remitido a Efe. La zona de Bolomba ha registrado 12 casos con 8 muertes (tasa de letalidad del 66,7%), mientras que en Basankusu se han contabilizado 419 casos con 45 muertes (tasa de letalidad del 10,7%).
"Las circunstancias exactas de exposición (a la enfermedad) aún no se han establecido en ambos brotes. Además, no se han establecido vínculos epidemiológicos entre los casos en las dos zonas sanitarias afectadas", explicó la OMS. Esta agencia de la ONU indicó que "se están realizando secuenciaciones metagenómicas e investigaciones adicionales para determinar la causa de la enfermedad y las muertes en las dos zonas sanitarias".
"Hemos enviado a nuestros expertos para realizar una investigación exhaustiva a fin de determinar qué es esta enfermedad", declaró a Efe un portavoz de la OMS en Brazzaville, al agregar que "la investigación aún está en curso".
Síntomas de la enfermedad
En la zona de Basankuku, el lugar afectado es la aldea de Bomate, donde el brote se declaró el pasado 13 de febrero. Las manifestaciones clínicas principales incluyen: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, mialgia, dolores corporales, sudoración, rinorrea, rigidez de cuello, tos, vómitos, diarrea y calambres abdominales.
Las muestras de 13 casos dieron negativo para los virus del ébola y Marburgo, pero la OMS precisó que se investigan otras posibles causas, como malaria, intoxicación alimentaria, fiebre tifoidea, meningitis u otra fiebre hemorrágica viral.
El 21 de enero se notificó un brote anterior, que implicó ocho muertes entre 12 casos, la gran mayoría en la aldea de Boloko, en la zona de Bolomba. Las investigaciones preliminares rastrearon el origen del brote hasta tres muertes de niños menores de cinco años en Boloko entre el 10 y el 13 de enero pasados.
"Los niños afectados desarrollaron fiebre, dolor de cabeza, diarrea y fatiga, que luego progresaron a signos y síntomas hemorrágicos, incluida hemorragia subconjuntival, epistaxis y hematemesis, antes de sucumbir a la enfermedad. Los informes indican que los niños habían consumido un cadáver de murciélago antes de la aparición de los signos y síntomas", señaló la OMS.
El año pasado, en la provincia de Kwango (suroeste), otra enfermedad "desconocida" provocó al menos 891 casos entre finales de noviembre y mediados de diciembre, entre ellos 48 mortales. Esos casos, tras ser analizados en laboratorio, sugirieron una combinación de virus respiratorios estacionales y malaria complicados por la malnutrición, concluyó la OMS en diciembre.
Preguntado si existe algún vínculo entre la dolencia de este año y la del anterior, el citado portavoz respondió: "Los resultados de los test nos permitirán saber si son diferentes o no".