La tregua de los precios al bolsillo se acentúa. La inflación se ha hundido en septiembre hasta una tasa interanual del 1,5%, según la lectura provisional del Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los precios encadenan así cuatro meses de moderación, empujados especialmente por el abaratamiento de carburantes, alimentos y electricidad, y la inflación marca un nuevo mínimo no solo anual sino en más de tres años.
Los datos preliminares del INE, que habrán de confirmarse a mitad de mes, apuntan a que la tasa de variación anual del IPC habría caído ocho décimas con respecto al 2,3% anotado en agosto, cuando el indicador cedió cinco décimas con respecto al mes anterior. Habría alcanzado así su nivel más bajo desde marzo de 2021, cuando se situaba en el 1,3%, todavía un año antes de que la invasión rusa de Ucrania desencadenara la crisis energética y, con ello, recrudeciera la espiral inflacionaria. Solo en el último mes, los precios han retrocedido un 0,6% en tasa mensual.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha valorado positivamente esta evolución de la inflación en los micrófonos de RNE, donde ha destacado que la contención de los precios, junto a la "buena marcha" del mercado laboral, está permitiendo mejorar el poder adquisitivo de los hogares. "Poco a poco los ciudadanos van recuperando poder adquisitivo. Ya está por encima de la precrisis de inflación que tuvimos en 2022. Hemos recuperado poder adquisitivo por encima de los países de nuestro entorno", ha subrayado.
Con el dato de septiembre, el IPC se aleja notablemente de los valores en los que comenzó el año, lo cual no significa que los precios estén bajando, sino que crecen a menor ritmo. En enero la inflación era todavía del 3,5%. Ahora franquea con fuerza por primera vez desde junio del año pasado el umbral del 2%, perseguido por el Banco Central Europeo (BCE) para devolver los precios a la senda de la estabilidad. Los últimos movimientos de la autoridad monetaria atestiguan esa moderación, ya que la institución comenzó en julio a bajar los tipos de interés casi dos años después de empezar a subirlos.
Por su parte, la inflación subyacente también se ha moderado al registrar una tasa interanual del 2,4%, tres décimas por debajo del 2,7% anotado en agosto. Se trata del nivel más bajo desde hace justo dos años, desde septiembre de 2022. Este indicador, que encadena dos meses por encima del índice general, excluye del cálculo el precio de la energía y de los alimentos no elaborados por su alta volatilidad, por ello precisamente su ritmo de desescalada está siendo más lento que el del índice general. El IPC subyacente acumula tres meses consecutivos a la baja, aunque su moderación ha sido progresiva en el último año y medio, desde que tocara techo en el 7,6% en febrero de 2023.
Gasolinas, luz y alimentos
El menor impacto de la moderación de los precios sobre el indicador subyacente se explica porque el INE achaca la caída de la inflación en septiembre principalmente al abaratamiento de los carburantes. A la espera de conocer el detalle de los datos de septiembre, según el Boletín Petrolero de la Unión Europeo, tras semanas consecutivas de bajadas, el litro de gasolina se paga ya en el surtidor por debajo de 1,5 euros y el de diésel, en torno a 1,4%, más de un 10% por debajo de los 1,7 y 1,6 euros que rondaban respectivamente hace un año.
Aunque en menor medida, el INE apunta a que también habrían contribuido a la caída de la inflación los alimentos y la electricidad. Según la estimación preliminar, su precio también se habría reducido -frente a la subida experimentada en septiembre del año pasado-, aunque habrá que esperar hasta mediados de mes para conocer el dato exacto, cuando se publique la lectura definitiva.
La inflación de los alimentos cayó en agosto al 2,5%, su mínimo en tres años. No obstante, la evolución del precio de estos productos será clave en las próximas semanas, ya que en octubre se revertirán parcialmente las rebajas al IVA del aceite y otros alimentos básicos que el Gobierno prorrogó en junio, lo cual se traducirá previsiblemente en una subida de precios.
