La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha descartado volver a bajar el IVA de la electricidad al 5%, tal y como ha pedido la Comisión Europea a los gobiernos de la UE como una forma de rebajar los precios de la energía, que merman la competitividad industrial europea y dañan también a los hogares. Ha circunscrito esta medida a la crisis energética y, en su lugar, ha insistido en subir el impuesto al diésel para desincentivar el consumo de combustibles fósiles.
"Ya lo hicimos en momentos de crisis y a pesar de no contar con el apoyo de todo el arco parlamentario", ha dicho Aagesen, identificando la bajada del IVA de la luz como algo del pasado —de 2023 y 2034, para paliar los efectos de la alta inflación por la guerra en Ucrania— y en referencia velada al PP, que en su momento no apoyó los decretos de crisis, pero que ahora insiste al Gobierno en bajar la presión fiscal sobre la energía.
"En España tenemos otras medidas que afrontar", ha añadido la vicepresidenta sobre el impuesto al diésel, a lo que se oponen los populares. Aagesen ha recordado que España está "a la cola" de la UE y que "quizá lo primero" que tendría que atajar es acercarse a la "fiscalidad en diésel y gasolina", pues es el cuarto país en incentivos al consumo de este tipo de productos.
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