El cohete europeo Ariane 6, que permitirá a Europa recuperar su autonomía de lanzamiento espacial, está listo para su vuelo inaugural este martes desde el puerto espacial de Kurú en la Guayana Francesa.
Se trata de un proyecto faraónico al que le ha costado más de una década hacerse realidad: la Agencia Espacial Europea (ESA) le dio luz verde en 2014 y el primer vuelo estaba previsto para julio de 2020, pero fue acumulando retrasos, tanto por problemas a resolver como por circunstancias como la COVID-19.
Desde hace un año, cuando Europa ‘jubiló’ al Ariane 5, nuestro continente se ha visto obligado a pausar la mayoría de sus envíos al espacio, ya que la guerra de Ucrania hizo que la ESA cortara su colaboración con la agencia espacial rusa Roscosmos, con cuyos lanzadores Soyuz contaba para cubrir el tiempo hasta la puesta en marcha en Ariane 6. A esto hay que añadir que el cohete europeo Vega C permanece en tierra desde que fracasó su primera misión comercial.
Tal era la expectación y la necesidad de poner en marcha este cohete que, de momento, ya hay 30 misiones en el listado de proyectos.
Llevar hasta la rampa de despegue a Ariane 6 ha sido un camino duro, pero en esta senda la participación de España ha sido importante y nuestro país ha destacado en diversas áreas clave del programa.
Contribuciones tecnológicas españolas
España ha aportado un 4,7% al conjunto del programa Ariane 6, participando activamente en el desarrollo de tecnología esencial para el cohete. Un componente destacado es el dispensador de satélites RAMI, desarrollado por la empresa gallega UARX Space en Nigrán, Pontevedra.
Este dispositivo, del tamaño de una maleta compacta y con capacidad para albergar hasta 12 ‘cubesats’ —pequeños satélites—, se probará por primera vez en el espacio.
Otra contribución significativa proviene de la Universidad Politécnica de Cataluña, cuyo nanosatélite 3Cat-4 también viajará a bordo del Ariane 6. Este ‘cubesat’ tiene la misión de medir fenómenos meteorológicos y climáticos, monitorizar el hielo y la humedad del suelo y rastrear barcos para prevenir accidentes. El proyecto ha involucrado a decenas de estudiantes a lo largo de siete años, mostrando el talento y la dedicación de los futuros ingenieros españoles.
Participación de Airbus y otras empresas españolas
Airbus España ha sido una pieza fundamental en la construcción del Ariane 6, aportando siete equipamientos esenciales distribuidos por todo el lanzador. Entre estos componentes se incluyen adaptadores de carga útil, la unidad de fuegos pirotécnicos y la parte superior del propulsor. Además, Airbus Defence and Space en España ha fabricado y probado el 90% del cableado completo del cohete.
Sener Aeroespacial, otra empresa española, ha diseñado y fabricado la antena de telemetría encargada de transmitir a tierra los datos de funcionamiento del lanzador para saber si todo está progresando adecuadamente a lo largo de la misión.
Por su parte, Thales Alenia Space España ha desarrollado el transmisor de telemetría, otra pieza clave en el seguimiento del cohete durante su misión.
Logística y transporte
La empresa madrileña DTA también ha jugado un papel crucial en el proyecto, encargándose del transporte del Ariane 6 dentro del puerto espacial de Kurú.
Utilizando vehículos de guiado automático, DTA ha movido el cohete de 56 metros de altura desde el lugar de ensamblaje hasta la plataforma de lanzamiento, un recorrido de 600 metros.
Mirando al futuro
Con el despegue del Ariane 6, Europa no solo recupera su capacidad de lanzamiento independiente al espacio, sino que también demuestra la fortaleza y la innovación de su industria aeroespacial, con España como un actor clave. El vuelo inaugural, programado para mañana entre las 20:00 y las 00:00 hora española, será seguido con gran expectación en los canales de la ESA, incluyendo una transmisión en directo desde el Planetario de Madrid.
El éxito de este proyecto no solo refuerza la posición de Europa en la carrera espacial, sino que también subraya la importancia de la colaboración internacional y el talento de cientos de ingenieros y científicos, incluidos los españoles, que han trabajado incansablemente para hacer realidad este ambicioso sueño.
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