Cuál es la presión arterial normal que debe tener un adulto, según la comunidad médica

La presión arterial elevada representa un factor de riesgo significativo para la salud cardiovascular. Según datos de la Fundación Española del Corazón, aproximadamente 17 millones de personas en España padece hipertensión arterial, una condición que puede desencadenar complicaciones severas si no se controla adecuadamente.

La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Este parámetro vital se expresa mediante dos valores numéricos: la presión sistólica, que corresponde a la presión máxima alcanzada durante la contracción del corazón; y la presión diastólica, que representa la presión mínima entre latidos. Así, una lectura de "120/80 mmHg" indica una presión sistólica de 120 y una diastólica de 80.

Valores óptimos de presión arterial

Pero, ¿cuáles son los niveles de presión arterial considerados fuera de riesgo? Según las guías médicas internacionales, como las publicadas por la Asociación Americana del Corazón, se considera normal una presión inferior a 120/80 mmHg en adultos. Valores de presión sistólica entre 120 y 129 mmHg, con una diastólica por debajo de 80 mmHg, se clasifican como "presión arterial elevada".

Clasificación de la hipertensión arterial

Según la Clínica Mayo, cuando la presión arterial supera consistentemente los 130/80 mmHg, se diagnostica hipertensión. Esta condición se subdivide en dos etapas según su gravedad:

  • Hipertensión de etapa 1: presión sistólica entre 130-139 mmHg y/o diastólica entre 80-89 mmHg.
  • ​Hipertensión de etapa 2: presión sistólica mayor a 140 mmHg y/o diastólica superior a 90 mmHg.

En casos extremos, una presión arterial por encima de 180/120 mmHg se considera una crisis hipertensiva que requiere atención médica inmediata, ya que puede causar daño orgánico agudo.

Importancia del control regular

Dado que la hipertensión suele ser asintomática, es fundamental medirla periódicamente para detectarla a tiempo. Además de los chequeos médicos rutinarios, se recomienda el autocontrol domiciliario usando un tensiómetro validado, especialmente en personas con factores de riesgo como edad avanzada, obesidad, sedentarismo o antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.

Mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada baja en sal, actividad física regular y evitando el tabaquismo, es la base para prevenir y controlar la hipertensión. En casos necesarios, el médico puede prescribir tratamiento farmacológico individualizado para reducir la presión arterial y proteger la salud del corazón y los vasos sanguíneos a largo plazo.

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