China ha lanzado la sonda Chang'e-6, a bordo del cohete Long March-5 Y8, desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang (provincia de Hainan) para recoger muestras de la cara oculta de la Luna.
El objetivo principal de esta misión consiste en que China se convierta en el primer país en recolectar muestras de la cara oculta del satélite natural de la Tierra, una región apenas explorada que ha despertado gran interés en la comunidad científica internacional. Y, para ello, la sonda aterrizará en la Cuenca Aitken-Polo Sur, una zona con características geológicas únicas que podrían arrojar luz sobre los orígenes y la evolución de la Luna.
Con esta misión, China también espera abrir nuevos caminos en el diseño y control de la órbita retrógrada lunar, el muestreo inteligente en la cara oculta y el ascenso desde la superficie lunar. Además, está previsto que el país recupere alrededor de 2.000 gramos de polvo y rocas lunares.
Por otro lado, dicho lanzamiento forma parte del programa de exploración lunar de fase 4 de China, que tiene como objetivo aterrizar taikonautas en la Luna antes de 2030.
Así ha sido el lanzamiento de la sonda sonda Chang'e-6
El cohete portador Long March-5 Y8 impulsó la sonda Chang'e-6 a las 12:27 hora española peninsular desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, después de que dos pares de paneles solares de la nave espacial se abrieran sin problemas.
Tras este lanzamiento, la sonda aterrizará sobre la Cuenca Aitken-Polo Sur para recoger muestras de la cara oculta de la Luna y, después, el polvo y las rocas lunares serán transferidas al módulo de reentrada en el orbitador, el cual las llevará de vuelta a la tierra para su análisis en laboratorios.
Con una duración estimada de 53 días, esta misión reafirma a China en el selecto grupo de países que han logrado recolectar muestras lunares, siguiendo los pasos de Estados Unidos y la Unión Soviética.
Los instrumentos científicos de Chang'e 6 para recoger muestras lunares
Para recoger las muestras de la cara oculta de la Luna, Chang'e 6 incluye un instrumento de la medición de radón de la agencia espacial nacional de Francia (CNES, por sus siglas en inglés) para estudiar el movimiento del polvo lunar y algunas sustancias químicas volátiles entre el regolito y la exosfera lunar.
La segunda carga útil científica es un retrorreflector láser pasivo, procedente del Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia, que se empleará como telémetro láser para el módulo de aterrizaje Chang'e 6.
Y, en tercer lugar, la otra carga útil, desarrollada por el Instituto Sueco de Física Espacial con el apoyo de la Agencia Espacial Europa, será el instrumento que volará más allá de la Tierra para detectar iones negativos emitidos desde la superficie lunar.
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