Antonio Banderas continúa con su empeño de traer a España algunos de los títulos más reconocidos del musical de Broadway y en esta ocasión dirige Gypsy, una historia en la que, según el actor malagueño, está "la patología del triunfo".
"La obra reflexiona sobre esa pasta espesa que se genera entre el éxito y el fracaso", ha afirmado este jueves Banderas en la presentación del musical, que se estrenará el próximo 17 de octubre en el Teatro del Soho de Málaga. Se trata de una historia "que tiene muchas facetas" y que "representa a América" por la "sensación de que siempre hay que triunfar, por encima de lo que sea, algo que se asocia con el mundo norteamericano".
Ha explicado que este proyecto nació cuando representaban en el Teatro Albéniz de Madrid el musical Company, en cuyo elenco estaba la actriz que ahora protagoniza Gypsy, Marta Ribera. "Hay una persona en este país que tiene todos los colores de un personaje tan complejo como Rose. Allí se lo propuse, y no me dio una respuesta inmediata, tardó un par de días, porque a veces hay regalos duros de admitir, y había que pensárselo", ha desvelado el director del musical.
Es un personaje que existió en la vida real, que tiene "una gravedad enorme, en la que quedan atrapados los miembros de su familia y la gente que se va acercando", y que va "generando daños colaterales". "En el teatro hay elementos que no están sujetos a estudio. En el caso de Marta eso se da, es algo que viene de nacimiento, no se aprende, y cuando lo destapa es muy fuerte de calificar, porque es difícil de enseñar, o lo tienes o no", ha insistido.
Para el segundo acto del musical, que es "mucho más oscuro, en el mundo sórdido de los bajos fondos, del burlesque, del gansterismo y de la prostitución, Marta da unos colores con los que alcanzar los niveles dramáticos que necesita la obra".
Una treintena de actores y una orquesta de 26 músicos que interpretarán en directo las piezas, estarán en el escenario durante 2 horas y 40 minutos, aunque Banderas quiere reducir algo esta duración en la última semana de ensayos, porque "la obra necesita adquirir agilidad".
Respecto al texto original que se estrenó por primera vez en Broadway en 1959, en este montaje han sido "fieles a la música, sobre todo". "Siempre hay que hacer una adaptación de personajes y de lugares, para entender situaciones muy norteamericanas, pero no hemos sido infieles al objetivo fundamental de la obra", ha asegurado el actor y director, que cree que han conseguido "mantener la verdad del espectáculo".
Con Gypsy. Banderas siente que el Soho continúa su "apuesta por la excelencia, pero eso no garantiza el éxito, y debe ser así, porque si fuera fácil lo haría mucha más gente". "El riesgo se minimiza al contar con factores humanos importantes, después de unas audiciones en Madrid durante una semana, en las que encontramos lo que buscábamos, no solo gente que supiera hacer su trabajo, sino con un nivel humano dispuesto al sacrificio de una serie de ensayos muy duros y a una convivencia sana".
Ha calificado como "un placer" poder "meterle mano a este monstruo, una obra muy complicada, con unos cambios muy rápidos". "Lo que ocurre detrás del escenario merecería ser rodado para ver la complejidad, y requiere una disciplina increíble".
Por su parte, Marta Ribera ha asegurado que intenta "evitar pensar" que tiene "tanta responsabilidad". "Si no, no seguiría adelante. Intento dejarme llevar de todo lo que me dicen y chupar de todo lo que me dan estos compañeros maravillosos alrededor", ha afirmado la actriz.
Junto a Ribera hay nombres en el reparto como los de Lydia Fairén, Carlos Seguí, Laia Prats, Carmen Conesa, Marta Valverde, Chemari Bello, Lorena Calero, Aarón Cobos, Sonia Gascón, Paco Morales o Hugo Ruiz, entre otros.
